___Viaje por Oniria

pocas ocasiones como esta, para trasnochar y adorar al fuego largamente, escuchando el bramar crepitante de los espíritus arbóreos, pidiendo sus ultimas voluntades, al unisono siendo devorados por la crepitante fuerza de la llama, vibrante presencia del sol en la tierra, mientras nuestros instintos primigenios despiertan recuerdos no vividos, macerados en alcohol...
Ante la hoguera, convertida ya en cenizas, las brasas regalan su calor, empujando a bailar en derredor y a los más valientes, a atravesarla en vez de rodearla y a los más osados...
Ya despierto, con la luz diurna bañando mi sonrisa, duchado y con el dolor de cabeza coronando me siento como si atravesase, ese limite entre lo real y lo imaginario, como Alicia frente al espejo, o casi tocando el fondo, pero fresco y liberado... El humeante olor recuerda que no fue un sueño y que si rebusco en los bolsillos un papel me dará la clave que me devolverá tu voz, con la que creí haber soñado...
Etiquetas: Cronicas prosaicas