Retrotracción inversa

Encogido, amantado,
un dedo fuera de mi concha,
llega el invierno y me escondo;
como si hubiera infierno,
gozando la vida interior,
sin sufrimiento peor que salir al exterior.
Hibernando solitario,
tiemblo y castañeteo
cuando abro un ojo y nada veo,
intuyo y por supuesto, supongo,
sueño, mientras río y lloro;
amo, mientras duermo y muero.
Inaudito silencio, invisible luz,
intangible momento, intranquila quietud,
imposible recuerdo, de la realidad inventada.
cruel pantomima de dolores sentidos.
Lagrimas contenidas, gritos desahuciados,
luchas perdidas, cáustica soledad
opresiva atmósfera, ideales olvidados,
volved a nuestra mente poneos en cabeza,
restad al vividor, sumad al convivir,
pueblo y fuerza, toma la rienda desbocada.
De esta sinrazón cotidiana,
este amargo sin vivir
sin olvidar quien eres, y lo quieres
al frente de todos anúncialo, voz al viento.

Pecho henchido y alta la frente
si, eres diferente ¡menos mal¡

Solo mi Mirada

Amanecer que no acompaña,
frío, lluvia, no invitan a salir,
ni a desperezarse de los sentimientos.
Algo nuevo calienta mi interior,
ganas de verte, tocarte,
besarte, tenerte y amarte.
Me empujan afuera en tu busca,
mantos de agua cubren el mundo
transportando mis anhelos, los vierten...
no sabes lo que te espera:
cariño de niño, sencillo, común.
Solo ganas de ser amado
derrochando torrentes de ternura,
ataques súbitos de caricias,
abrazos, miradas, sonrisas…
recorren mi interior
al descubrir tu olor aún en mi ropa.
Ganas de volcar todo en ti,
dejar que el tiempo calme heridas,
borre cicatrices
heredadas de otras vidas,
otras historias…
y mantienen la coraza inaccesible,
desconfiada, cerrada
y te hacen tan bella, impenetrable.
Que buena la vida,
nos da esperanza
enseña a darse queriendo
sin pedir algo a cambio,
sin pedir nada en cambio,
deseando ser correspondido.
Mimado, amado, querido,
¿Qué tal si nos vemos?