Aterrice plácidamente en mi cama y cualquier observador externo no notaria cambio alguno , respecto a cualquier otro día, pero hoy volví a volar….. Si, hacia siglos que no lo conseguía o no lo recordaba pero en mi otra vida, la onírica, volaba a diario e incluso conseguía estirar el tiempo de manera que pasados días o meses, volvía a despertar descubriendo que para el resto de los mortales y con el reloj en la mano solamente habían transcurrido unas horas…Y así recorrí el mundo conocido, el desconocido, los universos paralelos, el espacio sideral y el vacío cósmico, es decir viajaba y me enriquecía de las experiencias.
Y un día, no sé cuando, ni porque… perdí mis alas. No puedo asegurar si fue con el peso de la responsabilidad o con la perdida de la inocencia, pero algo sucedió y ya no despegaba, los sueños cada vez se acercaban más a la realidad, soñaba cosas que las leyes físicas y los procesos lógicos pudiesen sostener y me aislaba cada vez más del delicioso universo onírico… que perdida de tiempo y de descanso, si la realidad ya se vive cotidianamente.
El caso es que en un sueño, que se produce a nivel mental, se generan sensaciones idénticas a las que la “realidad” lleva a tu cerebro, con lo cual porque atrevernos a afirmar que la vida “importante” es en la que estas “despierto”…. Además la ley natural, con sus ciclos circadianos te obliga a pasar media vida en un mundo y la otra media en el otro. Yo, por salud mental, me esfuerzo en soñar sin los lastres y ataduras de la, a estas alturas y para mi, mal denominada realidad.
En vista de que la realidad, no tiene visos de mejorar, me veo cada vez más involucrado en mi universo onírico, para así contagiar mi vida cotidiana de la frescura soñadora y dar alas a la imaginación tantas veces lastrada por esta mal llamada educación, consistente en uniformizar y castrar todo lo que se salga de un patrón establecido.
Es mas, os animo a probarlo, volad y sentiréis la sensación realmente mágica de cómo tus pies abandonan el suelo y a voluntad te diriges a donde te lleve la noche. Es un ejercicio de libertad absoluta y ya me contareis….
Nos vemos en los sueños, donde reina el clima deseado, la temperatura exacta y el tiempo deja de ser ese dictador que no admite excusas ni tardanzas.
Ah! Mucho cuidado con lo que deseáis soñar, porque a veces se cumple……
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