Retrotracción inversa

Encogido, amantado,
un dedo fuera de mi concha,
llega el invierno y me escondo;
como si hubiera infierno,
gozando la vida interior,
sin sufrimiento peor que salir al exterior.
Hibernando solitario,
tiemblo y castañeteo
cuando abro un ojo y nada veo,
intuyo y por supuesto, supongo,
sueño, mientras río y lloro;
amo, mientras duermo y muero.
Inaudito silencio, invisible luz,
intangible momento, intranquila quietud,
imposible recuerdo, de la realidad inventada.
cruel pantomima de dolores sentidos.
Lagrimas contenidas, gritos desahuciados,
luchas perdidas, cáustica soledad
opresiva atmósfera, ideales olvidados,
volved a nuestra mente poneos en cabeza,
restad al vividor, sumad al convivir,
pueblo y fuerza, toma la rienda desbocada.
De esta sinrazón cotidiana,
este amargo sin vivir
sin olvidar quien eres, y lo quieres
al frente de todos anúncialo, voz al viento.

Pecho henchido y alta la frente
si, eres diferente ¡menos mal¡